30 de enero de 2014

Puerto Pirihueico



Tras noventa minutos de navegación idílica, la nave se acerca a Puerto Pirihueico, el lugar de desembarco y en donde en un poco menos de 10 kilómetros se traspasa el límite fronterizo hacia la Cordillera de los Andes.

El puerto es pequeño y junto a él se extiende una playa larga de arenas plomizas que son dominadas por vestigios de un gran edificio totalmente consumido por antiguas llamas. El incendio debió haber sido potentísimo ya que el edificio era un hotel de gran altura y muchos de los restos que quedan son de tinas termales. Lamentablemente no hay muchas personas a quienes consultar y menos tiempo, ya que la barcaza sólo se queda en esta orilla por 30 minutos. Los silbatazos del buque llaman a sus pasajeros y el embarco se sucede como todos los días.

Las ganas de seguir investigando la zona o de avanzar hacia Argentina son fuertes, pensando que el trayecto hacia San Martín igualmente puede realizarse de manera navegable a través del lago Lacar, o sea doble navegación por una de las zonas más hermosas del planeta. Como para olvidarse de volver.

 Una mirada distinta, única y ferozmente barata al alcance de quién se interne en la cordillera de la XIV región.

Salto del Huilo-Huilo





El salto de Huilo Huilo se encuentra en el río Fuy. Este río de origen glaciar corre por un cauce de roca volcánica, originada en una gran erupción del volcán Mocho Choshuenco. Al llegar al salto, el cause se estrecha en un hilo de agua muy profundo, que culmina en una serie de saltos, siendo el más emblemático el Salto de Huilo Huilo.
Su nombre tiene distintas acepciones, dentro de las cuales la más aceptada es que viene de la palabra huila, que es una hilacha o hilo de agua. Al repetir el nombre se da énfasis a éste convirtiéndolo en un gran hilo de agua.
El salto tiene 37 metros de altura, se originó en una erupción volcánica que arrastró un duro manto de lava que el río apenas ha podido erosionar a través de un angosto canal. Al término del manto, la caída de agua ha provocado una profunda garganta, cubierta de selva y helechos. Corre a gran velocidad entre rocas por un tajo de 10 metros de ancho y luego cae al vacío. En sus alrededores abundan las especies de raulí, tepa y mañío.