En medio del pintoresco conjunto edilicio conocido como Centro Civico, corazón de la ciudad de San Carlos de Bariloche, se encuentra la plaza Expedicionarios del Desierto; y en su centro, el monumento a Julio Argentino Roca. El General Roca condujo la "Campaña del Desierto" (en la década del setenta del siglo XIX), mediante la cual el gobierno de Buenos Aires arrebató estas tierras a los indios que las habitaban.
Por ello el monumento al Ex Presidente es al mismo tiempo blanco de flashes fotográficos y pintadas agresivas. En esta localidad, la limpieza de ese monumento es un tema tan polémico como sensible y, tal vez por eso, llegó hasta los despachos del Poder Judicial rionegrino.
Por ello el monumento al Ex Presidente es al mismo tiempo blanco de flashes fotográficos y pintadas agresivas. En esta localidad, la limpieza de ese monumento es un tema tan polémico como sensible y, tal vez por eso, llegó hasta los despachos del Poder Judicial rionegrino.
Mientras para los miles de turistas que visitan Bariloche, una foto a los pies de Roca es casi una imagen obligada entre sus recuerdos de viaje, para otros, el monumento es el centro de descargas de antipatías ideológicas, simpatías futboleras o, incluso, un lugar donde dejar sentadas declaraciones de amor.
Tan recurrente es esta manía por ensuciar ese pedestal que hasta miembros de las comunidades indígenas han plasmado allí su credo, en tanto en el piso de la plaza, en un sector cercano al monumento, los mapuches han escrito su grito de guerra: "Marici Weu", vocablo que repiten tres veces y que significa:
"Diez veces estamos vivos, diez veces lucharemos, diez veces venceremos"
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